Es hora de recordar el clásico de Spike Lee: hoy os traigo la crítica de Do the right thing (1989), considerada la obra maestra del director que realizó con treinta y pocos años y la cual también protagoniza. De hecho, el propio Spike Lee confesó que nunca se había sentido tan cómodo trabajando en esta película, especialmente por su reparto, y no dudó en reflejarlo. Con Do the right thing, Spike Lee se alzó con su primer Oscar a mejor guión original.
Do the right thing no ha envejecido nada desde 1989 y si hay algo admirable de Spike Lee, es que es uno de aquellos directores que “no se han vendido”: fiel a sus ideas y su misión como director, a día de hoy sigue proyectando en sus películas los temas que lo enturbian y que considera que deben ser criticados. Sí que su estilo se ha vuelto algo más oscuro, pero indudablemente mantiene su flow como director (Infiltrado en el KKKlan, una de sus últimas producciones, refleja exactamente lo que digo, por ejemplo). Para Spike Lee, las películas son una arma poderosa y sin duda sabe cómo aprovecharlas.
Sinopsis
En el barrio de Bedford Stuyvesant de Brooklyn conviven familias de raza negra, algunos hispanos, comerciales vietnamitas y una familia italoamericana que tiene una pizzería. A través de la figura de Mookie (Spike Lee), que trabaja como repartidor de pizza en el negocio italiano, viviremos las tensiones del barrio a causa de esta convivencia de varias razas: un día, uno de los amigos de Mookie que frecuenta en la pizzería, se queja porque en el “Muro de la fama” no aparece ningún afroamericano famoso, a pesar de que el negocio se encuentra en el barrio negro y todos sus clientes son negros. A partir de aquí se iniciará una discusión que irá escalando tensiones hasta petar.
Crítica de Do the right thing
Do the right thing empieza como una comedia, con sus guiones divertidos, sus planos extravagantes, una fotografía de colores vivos y una banda sonora callejera. Sin embargo, Spike Lee no tiene ninguna intención de frivolizar el racismo ni tratarlo de modo superficial: poco a poco, se irán dejando de lado las bromas y pasaremos a una película dura y violenta, con un trágico final difícil de digerir. Este es el Estados Unidos de Spike Lee, un país lleno de racismo en el que nadie hace el esfuerzo el valor en la diferencia del otro. En vez de apoyar cada una de las comunidades, el objetivo es anular las que son diferentes a ti.
Aunque el racismo en Do the right thing es explicado a cuatro bandas -los negros, los hispanos, los italoamericanos y los asiáticos- el conflicto principal se centra en la comunidad negra contra los blancos y viceversa. Sin embargo, es realmente interesante el ejercicio de Spike Lee de tratar los prejuicios de cada una de las comunidades, y no solo desde la perspectiva de los “blancos-negros”. Me ha parecido algo bastante innovador teniendo en cuenta la fecha de la película (1989).
Aunque al final, la realidad es que la marginación y las consecuencias sólo afectan a unos: el abuso policial de los Estados Unidos de la época se hace presente y protagoniza el desenlace de la película de una forma brutalmente violenta. En este aspecto me ha recordado a la miniserie actual de When they see us, que relata otro caso de abuso policial y judicial. Además sucedió en el año 1989, año de estreno de Do the right thing. Ambas producciones son una documentación muy válida para hacernos idea de lo que pasaba en Estados Unidos no hace tantos años.
Do the right thing desconcierta y es una montaña rusa de emociones. Está llena de energía y de buenas vibraciones: el ruido de la calle, las conversaciones incesantes, la voz de Mr. Love (acá un joven Samuel L. Jackson) acompañando las canciones de la radio, pero Spike Lee te va metiendo pequeñas dosis que te confunden, que como espectador piensas “algo no va bien”… El final solo tenía dos opciones: o ser catastrófico o recrear un Estados Unidos en el país de las maravillas, y obviamente Spike Lee no está para tonterías.
En esta historia hay un personaje muy interesante que pasa demasiado desapercibido: el Alcalde, the Mayor. Deambula por las calles con toda su elegancia y su sabiduría, se relaciona sin prejuicios con toda la gente independientemente de su raza. Vestido de blanco, de algún modo lo he asociado sin querer a la figura de <<Dios>>. Es alguien que no puede solucionar los conflictos del día a día pero que intenta remediarlos con sus palabras; de hecho el Alcalde es quien le dice a Mookie el consejo más simple que pone título a la película: do the right thing.
Durante el conflicto policial, el Alcalde es quien intenta tranquilizar la situación y evitar otra guerra entre los vecinos del barrio cuando la policia desaparece: es consciente del abuso policial pero no quiere que este episodio refuerce más el racismo que ya existe. Su reflexión sería algo así como el problema no empieza aquí en el barrio. Aquí entre nosotros tendríamos que aprender a convivir, a dejar de culparnos y vivir con más sencillez: el problema empieza en el poder y su abuso, y tristemente, termina aquí en las calles.
Llegaba un poco tarde con esta crítica de Do the right thing, que más que una reseña es una reflexión y una invitación a ver el clásico (disponible en Filmin). La película en mi opinión no es perfecta; creo que falta algo de coherencia y orden entre escenas, hecho que como espectadora me ha “mareado” un poco. Teniendo en cuenta que Spike Lee era casi un director amateur cuando la dirigió, no es algo que he tenido especialmente en cuenta para construir mi opinión de la película. Sin duda, la recomiendo a todo el mundo: intensa, desconcertante y original.
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