Klara y el Sol, la primera novela de Ishiguro después de ganar el Nobel de Literatura el 2017. Qué larga la espera. No es ninguna sorpresa que compré el libro el mismo día que se publicó y en 48 horas ya estaba leído y casi releído: hoy os traigo la reseña de Klara y el Sol.
Estoy bastante empapada de Ishiguro a estas alturas: Nunca me abandones, Los restos del día, Un artista del mundo flotante, Cuando fuimos huérfanos, El gigante enterrado… y ahora Klara y el Sol. De hecho, solo me falta una (Los inconsolables) para haber leído sus siete novelas. Así que puedo afirmar con grandeza que, efectivamente, Ishiguro es uno de mis escritores favoritos.
Si hay algo que destaco del autor es su poco conformismo y sus ganas de experimentar; siempre sale de su zona de confort y huye de repetir la fórmula del éxito como hacen la mayoría de escritores. Es decir, que no hay ninguna novela suya que se parezca a otra: ni en cuanto a trama ni en cuanto a personajes, y creo que esto tiene mucho mérito. Ishiguro bien te da una ciencia ficción sutil, un viaje mágico o un drama de los años 50.
Y con Klara y el Sol también decide probar algo nuevo y recuperar dieciséis años después un poco este elemento distópico que sentimos por primera vez con Nunca me abandones. Sí, diría que por primera vez he visto un poco de parecido y es la novela que más se asemeja, pero insisto: cada libro de Ishiguro es muy distinto al anterior, la cual cosa como lectora es sorprendente e intrigante. Nunca sabes con qué te va salir.
Klara es una AA (Amiga Artificial) especializada en el cuidado de niños. Finalmente, Josie y su madre deciden adoptarla y se la llevan a casa para empezar una ‘nueva vida’ fuera de la tienda. Klara deberá poner en práctica todo lo que ha ido absorbiendo a través de la observación para proporcionar el mejor cuidado a Josie, una niña que padece una enfermedad degenerativa. También el Sol es un elemento sumamente importante en esta historia, ya que Klara lo necesita para alimentarse y cargarse de energía.
Si te estás imaginando una novela de ciencia ficción a lo Isaac Asimov, olvídate. Quiero recordarte que Ishiguro ganó el Nobel de Literatura por sus novelas de gran fuerza emocional, así que este seguirá siendo el centro. Este es, precisamente, el único elemento común en todas sus novelas. Y en Klara y el Sol, estas emociones no son para nada incompatibles con tener a una AA como protagonista.
Cuando leí por primera vez Nunca me abandones me sorprendió precisamente esto: como en una novela tan sensible y emocional, de repente integraba elementos de ciencia ficción. A mi se me descubrió un nuevo género literario en aquel preciso momento, y es cierto que Klara y el Sol lo catalogaría en este género propio del autor que ya emprendió años atrás.
Ishiguro no ha escrito esta novela para contarnos un posible futuro distópico: de hecho, muchos asuntos quedan sin resolver. No terminamos de saber cómo funcionan muchas cosas en este mundo. Precisamente, tuve la suerte de asistir a la presentación online de este libro que Ishiguro realizó junto a Neil Gaiman, y se habló mucho de qué hace que una novela perdure en el tiempo. Ambos llegaron a la conclusión que este misterio, este truco de no darle toda la información al lector, es parte de la fórmula. Tal y como lo citó Neil Gaiman, it is the mystery that lingers and not the explanation.
Ishiguro esto lo hace muy bien. De hecho, le hicieron también una pregunta muy directa sobre qué aspecto físico tienen los AA (es cierto que en el libro no lo describe con mucho detalle), a lo que Ishiguro respondió que «los de la película lo tendrían mucho más difícil que él», es decir, que él como escritor podía librarse de responder a esta pregunta pero ahora que ya está en marcha la película (otra novedad magnífica) el marrón pasaba en manos de otros. En el momento de escribir la obra, no quería desvelar este misterio y dejar al lector sin contribuir.
Si todavía no has leído nada de Ishiguro, no te recomendaría empezar con Klara y el Sol porque así de entrada puede ser difícil pillarle el rollo al autor. De hecho, creo que sucede algo extraordinario que pocas veces ocurre, pero precisamente te propondría leer los libros de Ishiguro por orden cronológico de publicación. O si bien tienes unas ganas inmensas de leer Klara y el Sol, sí que te recomendaría por lo menos empezar por Nunca me abandones y Los restos del día. Te resultará más fácil enamorarte del autor.
Por lo tanto, si todavía no ha quedado claro con esta reseña de Klara y el Sol, es otra novela magnífica de Ishiguro. No es mi favorita (me sigo quedando con las dos mencionadas anteriormente) pero es un placer leer al autor y descubrir cómo una novela aparentemente tan sencilla tiene un enorme trabajo de precisión detrás.
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