Resumen completo y análisis del Libro segundo (libro II) de «El idiota» de Dostoievski
En esta entrada vemos el resumen completo y análisis de El idiota de Dostoievski, libro II. Si todavía no has llegado a la segunda parte, puedes leer el resumen y análisis del libro I en este enlace.
La Parte II comienza seis meses después de la fiesta de Nastassia Filippovna. Dos días después de esta, el príncipe Myshkin abandonó San Petersburgo. Los rumores dicen que su herencia resultó ser menor de lo esperado. Además, la herencia se redujo considerablemente porque de repente aparecieron un gran número de acreedores con quienes el Príncipe tuvo que lidiar.
Nastassya Filippovna y Rogozhin, por su lado, partieron la misma noche hacia el pueblo de Yekaterinhof pero poco después Nastassya Filippovna huyó a Moscú lejos de Rogozhin. Ganya, a su vez, cayó enfermo después de la fiesta; cuando le entregaron el paquete con el dinero que Nastassya Filippovna había dejado para él, y pidió a Myshkin que se lo devolviera.
Los Yepanchin tuvieron noticias de Myshkin a través de rumores y cartas de la anciana princesa Belokonskaya, quien escribió a Madame Yepanchin. Evidentemente, el príncipe había dejado una gran impresión en la casa de los Yepanchin. Los Yepanchin también se enteran de que Rogozhin había encontrado a Nastassya Filippovna en Moscú después de su primera huida, pero huyó de nuevo, regresó y prometió casarse con él. Pero Filippovna huye por tercera vez, justo antes de la boda.
Por otro lado, el compromiso de Alexandra con Totsky nunca llegó a concretarse. Sin embargo, tienen planes de viaje al extranjero pero se ven frustrados por la introducción de un nuevo príncipe, conocido como príncipe S., que se interesa por Adelaida y dejan la boda para la siguiente primavera. Mientras tanto, un joven llamado Yevgeny Pavlovich Radomsky muestra interés por Aglaya.
Así que tanto Adelaida como Aglaya parece que tienen nuevos prometidos.
Más novedades en estos meses: Varya se ha casado con Ptitsyn (recordemos que es un hombre con mucho dinero porque es usurero), Nina Alexandrovna y Ganya se han mudado a casa de Ptitsyn con Varya. El general Ivolgin fue encarcelado por temas de deudas.
Tras seis meses de ausencia, Myshkin vuelve a San Petersburgo. Rápidamente se dirige a casa de Lébedev para intentar averiguar dónde está Nastassya Filippovna. Lébedev y sus hijos están de luto porque la esposa de Lébedev ha muerto recientemente al dar a luz. Myshkin conoce al sobrino de Lébedev pero no es de su agrado. Este le revela que Lébedev miente con frecuencia, simplemente por costumbre. Como cuando, por ejemplo, Lébedev se hace pasar por pobre en uno de los capítulos de esta segunda parte.
Lébedev dice ser un hombre religioso que a menudo lee la Biblia. Comenta que incluso resa por Madame du Barry, una prostituta de lujo que fue amante de Luis XV y que fue ejecutada después en la guillotina. Madame du Barry es otro ejemplo -junto con Marie y Nastassya Filippovna- de una mujer “caída” que se ve abocada a la destrucción.
Cuando Myshkin y Lebedev se quedan solos, el príncipe dice que ha venido en respuesta su reciente carta. Myshkin pregunta entonces por Nastassya Filippovna y Lébedev dice que dejó a Rogozhin antes de su boda en Moscú y vino a San Petersburgo. Lebedev añade que Natassya teme a Rogozhin. Lébedev sugiere al príncipe que pase una temporada en el campo y se ofrece a alojarlo en su casa.
Recapitulamos: Adelaida como Aglaya tienen nuevos prometidos: El príncipe S. y Yevgeny Radomsky, respectivamente. El príncipe S. es descrito como un hombre con grandes cualidades, muy trabajador y con un profundo conocimiento de la actualidad. Se le presenta como un hombre bastante práctico que ha servido en el gobierno.
El supuesto nuevo prometido de Aglaya, Yevgeny Radomsky, es un joven prácticamente perfecto cuyo único defecto quizá sean sus rumoreadas conquistas femeninas. Nos enteramos de que los Ivolgins se han mudado a casa de Ptitsyn y de que tanto Varya como Kolya han entablado amistad con los Yepanchins. . Aunque el príncipe sigue preocupado por Natasha, no duda en escribir una nota a Aglaya, que finalmente Kolya le entregará. En la nota, Myshkin expresa la necesidad que tiene de saber sobre su vida y le pregunta si es feliz. Aglaya deposita la nota en un libro, que más tarde se dará cuenta de que el libro es el Quijote. Se ríe al darse cuenta de qué novela se trata, quizá pensando en lo parecidos que son el héroe de la novela y el autor de la nota.
Después de salir de casa de Lébedev, el príncipe Myshkin va a visitar a Rogozhin. Myshkin le dice que no tiene intención de interferir en su relación con Nastassya Filippovna. Si ella misma decide huir de Rogozhin -como ocurrió en Moscú-, Myshkin la acogerá. El príncipe no oculta su opinión de que un matrimonio entre Rogozhin y Nastassya Filippovna solo llevará a la destrucción mutua.
Rogozhin le cuenta a Myshkin que Nastassya Filippovna le ha engañado y confiesa que por este motivo la golpeó duramente. Después, él se negó a comer y beber hasta que ella le perdonó. El príncipe le dice a Rogozhin que el amor de éste por Nastassya Filippovna está muy cerca del odio. Por eso, Myshkin dice que no entiende por qué ella quiere casarse con Rogozhin. Rogozhin responde que lo hace precisamente porque sabe que lo más probable es que él la mate; ella está realmente enamorada de Myshkin, pero siente que no puede casarse con él porque no quiere arruinarle la vida debido a su condición de mujer «caída» que descubrimos en la primera parte.
En esta conversación entre Rogozin y Myshkin se refleja el contraste del amor que siente cada uno por Filippovna. Por un lado, el del Príncipe es amor y compasión pero por el otro lado, el de Rogozin es pura pasión, destrucción y odio. Rogozhin ya ha pegado una vez a Filippovna y Myshkin teme que si se casan, esta vez pueda llegar más lejos y directamente matarla.
Antes de marcharse, Myshkin ve un gran cuchillo de jardín escondido en uno de los libros de Rogozhin. Mientras Rogozhin acompaña al príncipe a la salida, pasan junto a un cuadro de Holbein, de un Cristo que acaba de ser bajado de la cruz. Myshkin y Rogozhin intercambian cruces. La relación entre los dos personajes es rara: cuando no están juntos sienten un odio mutuo pero cuando están juntos sienten una especie de afinidad.
Myshkin compra un billete de tren a Pavlovsk para ir a ver a Aglaya, pero de repente cambia de idea y abandona la estación. Se encuentra en un estado de gran agitación y ansiedad emocional. Su mente vaga de un tema a otro.
Myshkin siente entonces el deseo de ver a Nastassya Filippovna. En contra de lo que le ha prometido a Rogozhin, va a la casa donde ella se alojaba en San Petersburgo pero no está. En su lugar, ve a Rogozhin pero se esconde para que no lo vea debido a su recién tensión. Myshkin, en este momento siente que está a punto de sufrir un ataque epiléptico, justo antes de que Rogozhin lo descubre y le intente clavar el cuchillo. El oportuno ataque epiléptico del príncipe impide el asesinato. Será Koyla quien encuentre al príncipe.
El príncipe Myshkin se instala en la casa de verano de Lebedev en Pavlovsk. Muchos de los demás personajes también se encuentran en Pávlovsk: Varya y Ptitsyn poseen una casa de verano en la ciudad, y el general Ivolgin, Ganya y los Yepanchin también están. Al tercer día de la estancia de Myshkin en Pavlovsk, Madame Yepanchin -que está convencida de que el príncipe está en su lecho de muerte- viene a visitarlo junto con sus tres hijas y el príncipe S.. Da la casualidad de que, al mismo tiempo, los Ptitsyn, Ganya y el general Ivolgin también vienen a visitar a Myshkin y todos se instalan en la casa de campo de Lébedev. Participamos en esta velada con múltiples personajes.
De repente todos empiezan a bromear sobre el «pobre caballero». El caballero pobre es un triste personaje sacado de un poema de Pushkin, un famoso poeta ruso. El caballero se fija ciegamente en un ideal de la Madre María y se olvida de todo y de todos los demás. Lucha contra los musulmanes con este ideal en mente, pero luego regresa a su castillo y vive sus últimos días como un hombre solitario y loco. Cuando Aglaya recita el poema delante de Myshkin, incluso sustituye las iniciales de María por las de Nastassya Filippovna: en lugar de las iniciales A.M.D., que significan Ave, Mater Dei («Dios te salve, madre de Dios»), Aglaya dice N.F.B. -Nastassya Filippovna Barashkov-, dando a entender que Myshkin ha elegido a Nastassya Filippovna como su ideal Con ello, Aglaya se burla del príncipe y de su devoción por Nastassya Filippovna. La mayoría de los presentes, a excepción del general y la señora Yepanchin, se dan cuenta del juego de palabras.
Sin embargo, el príncipe se da cuenta de que Aglaya cambia de tono al recitar el poema y se pone muy seria. Parece que Aglaya empieza queriendo burlarse de Myshkin, pero acaba muy reverente con el «pobre caballero». Parece admirar de repente lo que considera su ciega devoción al ideal de Nastassya Filippovna.
Myshkin sigue recibiendo más visitantes: el general Ivolgin; Keller, el «boxeador» de la compañía de Rogozhin; Antip Burdovsky, Hipólito Terentyev; y el señor Dokrorenko, sobrino de Lebedev. El peculiar grupo se comporta de forma bastante insolente y grosera. Lebedev entrega a Madame Yepanchin un artículo de periódico que concierne a Myshkin y a los invitados recién llegados (el príncipe pidió a Ganya que se ocupara de este asunto antes de la reunión) pero ante la insistencia de Madame Yepanchin, Kolya lee el artículo.
Escrito por Keller, el artículo es un relato insultante de la historia de la familia de Myshkin y, en particular en relación con la enfermedad del príncipe y su benefactor, Pavlishchev. El artículo también afirma que Burdovski es hijo ilegítimo de Pavlishchev y que, por lo tanto, el príncipe debe darle a Burdovski parte de su dinero heredado. Todos se escandalizan ante el artículo y se avergüenzan de oír semejantes insultos leídos en voz alta delante de Myshkin.
Ante las groseras exclamaciones de Burdovski y su grupo, Myshkin dice que el artículo está lleno de falsedades. Ganya investigó en detalle (incluso visitó a la madre de Burdovski) y descubrió que, en efecto, Burdovski no es hijo de Pavlishchev, ya que éste abandonó Rusia un año y medio antes del nacimiento de Burdovski.
Sin embargo, el príncipe no se enfada, pues cree que fue el abogado de Burdovski quien engañó a su cliente haciéndole creer que era hijo de Pavlishchev y le instó a seguir adelante con el asunto. Myshkin se compadece de Burdovski y promete pagar de todos modos 10.000 rublos a su «simple hombre», en memoria de Pavlishchev. Aunque todos los testigos de esta escena tienen claro que los jóvenes no son más que estafadores insolentes, Myshkin no los echa; de hecho, acepta pagar el dinero a Burdovsky, y luego incluso se disculpa por un error en los billetes.
El grupo continúa comportándose de forma grosera e insultando a Myshkin. Madame Yepanchin se levanta y riñe al príncipe por estar dispuesto a dar dinero a Burdovski y ofrecerle su amistad a pesar de sus calumnias. Ve muy claro que el príncipe está siendo engañado y se enfurece ante su ingenuidad.
Después de servir el té, Hipólito habla y le dice a Madame Yepanchin que fue Lebedev quien corrigió el artículo de Keller. Hipólito se lamenta de que sólo le quedan dos semanas de vida y de que no ha marcado una diferencia en el mundo ni siquiera ha dejado un recuerdo.
A medianoche, los invitados comienzan a marcharse. Aunque el príncipe Myshkin ofrece a Hipólito pasar la noche, el joven se marcha. Antes de hacerlo, Hipólito grita apasionadamente que odia al príncipe. El odio de Hipólito contrasta con la bondad y la buena voluntad del príncipe. Además, Hipólito se ha posicionado en contra de Myshkin durante el evento hostil de la herencia y el dinero con Burdowsky.
Mientras los Yepanchin y Radomsky bajan las escaleras pasa un carruaje con dos mujeres dentro. El príncipe S. pregunta a Myshkin si conoce la identidad de la mujer que iba en el carruaje. Myshkin responde que se trataba de Nastassya Filippovna. Filippovna ha ido diciendo que se ha tenido que encargar ella de las deudas de Radomsky pero él niega conocer a la mujer y lo niega todo.
Durante tres días los Yepanchin están enfadados con Myshkin por la incómoda velada. Al día siguiente, Adelaida y el príncipe S. visitan a Myshkin.
Ganya visita a Myshkin y le cuenta que Nastassya Filippovna lleva cuatro días en Pavlovsk y que acaba de conocer a Radomsky. No es posible que estén muy unidos y empieza a dudar de que realmente Natassya haya ayudado a Radomsky con los I.O.U (deudas) y que de alguna manera esté intentando minar su reputación.
Al día siguiente, el príncipe viaja a San Petersburgo. De regreso a Pavlovsk, se encuentra con el general Yepanchin en el tren. El general cree firmemente en las palabras de Radomsky y piensa que Nastassya Filippovna se ha inventado todo el asunto de los I.O.U en un intento de vengarse del general.
Al tercer día del escándalo, Madame Yepanchin visita al príncipe. Le pregunta por qué escribió una carta a Aglaya y quiere saber si está enamorado de ella. Myshkin responde que no sabe por qué escribió la carta y dice que lo hizo desde una posición de hermano. Madame Yepanchin dice que nunca permitirá un matrimonio entre Aglaya y el príncipe; y que Aglaya es una chica caprichosa y que tampoco se casará con Radomsky.
Madame Yepanchin no comprende por qué Myshkin reacciona con calma ante la noticia de que los Ivolgins no han sido sinceros con él. No entiende por qué permite que todos le engañen. Myshkin le cuenta a Madame Yepanchin que Aglaya le escribió una nota pidiéndole que nunca fuera nunca más a su casa, algo que enfurece a Madame.
Análisis del libro segundo (libro II) de El idiota de Dostoievski
Las secciones finales de la Parte II exploran el carácter de Hipólito, el amigo Kolya Ivolgin. Hipólita está enfermo de tisis y sólo le quedan dos o tres semanas de vida: otro personaje al borde de la muerte, como Rogozhin o Nastassya Filippovna. Sin embargo, la relación de Hipólita con Myshkin es muy diferente a la de Rogozhin o Nastassya Filippovna. A diferencia de los otros dos, que buscan cierto refugio en Myshkin y lo ven como una forma de salvarse de la destrucción, Hipólita rechaza al príncipe. De hecho, Hipólito dice apasionadamente que odia a Myshkin con todo su corazón. El violento odio de Hipólito contrasta con la constante amabilidad y buena voluntad del príncipe. Mientras que Hipólito está lleno de odio y resentimiento, Myshkin está lleno de bondad y deseo de ayudar a la gente.
El final del libro segundo se centra en el desarrollo de la relación entre Myshkin y Aglaya, aunque en este punto sigue siendo confuso lo que sienten el uno por el otro. Aglaya se burla del príncipe y a veces incluso lo insulta, llamándole idiota. Sin embargo, le presta tanta atención que despierta sospechas. Como una niña que intenta ligar con alguien burlándose de él, se ríe de Myshkin aparentemente como forma de expresar su interés. Aglaya no sabe muy bien cómo definir su relación con él, así que juega: por ejemplo, su nota diciendo que no debe ir a su casa. Madame Yepanchin dice que, probablemente, Aglaya quería coquetear con él para que se acercara. El príncipe, sin embargo, no pilla las indirectas, lee la nota de Aglaya y se lo toma en el sentido más literal. Además, a Myshkin le molesta mucho la mentira de Nastassya Filippovna sobre Radomsky. Otros insinúan que Nastassya Filippovna intenta manchar la reputación de Radomsky y tal vez arruinar sus posibilidades con Aglaya.
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