Resumen completo y análisis del Libro primero de «El idiota» de Dostoievski
Empiezo una serie de entradas conde compartiré un resumen completo por partes de la obra maestra de la literatura rusa El idiota de Dostoievski. A medida que vaya completando las otras partes del libro tendréis el link de la nueva entrada enlazado al final de la entrada.
Un tren procedente de Varsovia llega a San Petersburgo. Dos hombres entablan conversación. Uno es el príncipe Lev Nikoláievich Myshkin, rubio, con barba blanca y ojos azules. El otro es Parfyon Rogozhin, un hombre bajo, moreno y de ojos pequeños y grises. Poco después, un tercer hombre se une a la conversación. Se trata de un funcionario de bajo rango llamado Lebedev, que parece saberlo todo sobre todos los habitantes de San Petersburgo.
El príncipe Myshkin, cuya vestimenta parece un poco extraña para un ruso y cuyas pertenencias caben en una bolsa pequeña, regresa a Rusia desde Suiza después de cuatro años. Abandonó Rusia debido a una enfermedad, «idiotez» y sus problemas de epilepsia. Se menciona un tal Nikolai Andreeyevich Pavlishev quien apoyó el tratamiento de Myshkin hasta su muerte. Luego fue el médico del príncipe, el doctor Schneider, quien financió la estancia de su paciente en la clínica de Suiza. En San Petersburgo, Myshkin espera encontrarse con su pariente lejana, Madame Yepanchin, a quien escribió una carta pero nunca recibió respuesta. Ella es la esposa del general Yepanchin y la última princesa del linaje Myshkin, al igual que Myshkin es el último príncipe.
Por otro lado, Rogozhin, regresa de la ciudad rusa de Pskov para reclamar su herencia de dos millones y medio de rublos tras la reciente muerte de su padre (el equivalente a unos 32.513,16 euros). Rogozhin se marchó de San Petersburgo después de una disputa con su padre por algo relacionado con una tal Anastassya Filippovna Barashkov, que había sido amante de un rico noble de cincuenta y cinco años llamado Afanassy Ivanovich Totsky. Tras oír hablar de Nastassya Filippovna y verla una vez en el ballet, Rogozhin empezó a obsesionarse con ella. Cuando su padre le dio dinero para saldar unas deudas familiares, Rogozhin los utilizó para comprar a Nastassya Filipovna unos pendientes de diamantes por valor de diez mil rublos. Cuando su padre se enteró, Rogozhin huyó a casa de un familiar en Pskov.
Cuando el tren llega a la estación, Rogozhin invita al príncipe Myshkin a su hogar y le promete que le dará ropa nueva, y después ambos podrán ir a casa de Nastassya Filippovna. Myshkin da las gracias a Rogozhin y acepta la invitación. Cuando Rogozhin le hace una pregunta a Myshkin sobre las mujeres, el príncipe responde que no ha conocido a muchas debido a su enfermedad, la cual le impide comprometerse.
Desde la estación de tren, el príncipe se dirige directamente a la casa del general Yepanchin. Ahora un hombre rico y poderoso de cincuenta y seis años, con esposa y tres hijas, Alexandra, Adelaida y Aglaya, de veinticinco, veintitrés y veinte años, respectivamente. Las tres hijas son muy cultas, se dedican a las artes y son muy guapas, sobre todo la más joven, Aglaya.
A su llegada, Myshkin es recibido por un criado y lo miran con recelo, pensando que es alguien que ha venido a pedir dinero o algún favor al Yepanchin. Myshkin asegura al asistente que su única intención es presentarse al general y su visita es totalmente desinteresada.
Mientras espera, el príncipe cuenta la historia al criado de una vez en que presenció una ejecución pública en Francia. También comparte su creencia en la inmensa crueldad de la pena capital, en la que cree que el condenado sufre mucho más de lo que sufriría si fuera asesinado por unos ladrones, por ejemplo, porque en una ejecución no hay esperanza.
De repente aparece un joven que se presenta como Gavril Ardalyonovitch, conocido informalmente como Ganya, quien finalmente invita a Myshkin a ver al general.
Desde el principio, el príncipe se caracteriza por ser una persona muy abierta y honesta. Aunque acaba de conocer a Rogozhin y Lebedev, comparte con ellos datos muy personales como su epilepsia y hablaa abiertamente con los criados sin entender de clases sociales. Tal sinceridad con los miembros de las clases inferiores hace que el príncipe resulte sospechoso a los ojos de otros. Su inocencia y su comportamiento absolutamente bondadoso con todos los que conoce no encaja con el resto de la sociedad rusa. Además, no duda en compartir lo que piensa sobre las condenas a muerte, un tema cuyas opiniones pueden ser muy opuestas.
Cuando el general Yepanchin conoce al príncipe Myshkin, está convencido de que éste tiene un interés oculto pero Myshkin lo tranquiliza y que lo único que quiere es conocer al general y a Madame Yepanchin, la única pariente suya en San Petersburgo. La franqueza y simpatía de Myshkin acaban por convencer al general, que se muestra más agradable y baja un poco la guardia. El príncipe cuenta entonces a Yepanchin y Ganya (que también está en la habitación en ese momento) cómo el Sr. Pavlishev y luego el Dr. Schneider le mantuvieron durante dos años en Suiza, donde estuvo ingresado por su “idiotez”.
El general pregunta al príncipe si está capacitado para algún tipo de puesto administrativo. Aunque Myshkin dice que su educación fue irregular y que en realidad no tiene ninguna habilidad, pronto revela un don para la caligrafía excelente. Yepanchin queda muy impresionado por su letra y ofrece a Myshkin un pequeño puesto de trabajo. También sugiere al príncipe que alquile una de las habitaciones del apartamento de Ganya durante su estancia en San Petersburgo.
En este instante, Ganya saca una fotografía de Nastassya Filippovna y se la enseña al general. El Príncipe se vuelve testigo de una conversación bastante personal entre Yepanchin y Ganya. El primero dice que Nastassya Filippovna ha prometido finalmente anunciar si se casará o no con Ganya el día de su veinticinco cumpleaños, en la fiesta de esta noche. Ganya parece un poco indeciso ante la decisión, pero el general le dice que debería estar encantado si ella decide casarse con él. Al parecer, la familia de Ganya, en particular su madre y su hermana, se oponen fervientemente al matrimonio por el hecho de que Nastassya Filippovna es una «mujer perdida»: así se llaman las mujeres que han perdido la virginidad antes de casarse. Y Filippovna estuvo con Totsky.
Myshkin se fija de repente en la fotografía de Nastassya Filippovna, quien es increíblemente bella. El Príncipe destaca su belleza y dice que le transmite un pasado con mucho sufrimiento. A la pregunta de Ganya de si Rogozhin se casará con ella, Myshkin responde que Rogozhin ciertamente se casará con ella, pero que “ puede que la mate semanas después”. Y tal cual lo dice.
Finalmente, Myshkin es invitado a ver a la esposa del general. Hace tiempo que las tres hijas de los Yepanchin están listas para el matrimonio, pero el general y su esposa decidieron hace tiempo no presionar a sus hijas. Sin embargo, como la mayor, Alexandra, ya ha cumplido veinticinco años, sin duda ha llegado el momento de buscarle un marido.
Afanassy Totsky, amigo del general y personaje muy rico, anuncia su deseo de casarse y aunque la hija más guapa de los Yepanchin es Aglaya, Totsky no puede aspirar a tanto por lo que se habla de que se case con Alexandra.
Sin embargo, algo impide que Totsky se case: Nastassya Filippovna. Hija de un hombre loco que incendió su casa con su esposa dentro, Filippovna creció bajo la tutela de Totsky. Durante este tiempo, Totsky mantuvo relaciones sexuales con Filippovna de forma abusiva. En el regreso de ambos a San Petersburgo (no vivían en la ciudad), tras un escándalo el matrimonio nunca llegó a celebrarse. Filippovna por entonces ya se había vuelto una mujer madura y con sed de venganza. Totsky intentó que no hablara a cambio de dinero, y vivía en un miedo constante de que saliera a la luz lo que había hecho con ella.
Cuando Ganya pareció haberse enamorado de Nastassya Filippovna, Totsky vio una oportunidad. El general Yepanchin -que se interesaba por el futuro de Ganya y que se había obsesionado por Nastassya Filippovna (le compró un collar de perlas por su cumpleaños), Totsky fue a verla y le sugirió la posibilidad de que empezara una nueva vida mediante un matrimonio con Ganya. En contra de las expectativas de Totsky, Nastassya Filippovna aceptó la propuesta, pero sólo con la condición de que el compromiso no fuera vinculante para ninguna de las partes. Todo parecía ir bien para Totsky. Sin embargo, temía profundamente que Nastassya Filippovna supiera que Ganya se casaba con ella sólo por dinero, y que planeaba vengarse de ser una «mujer caída» poco después de la boda.
El general Yepanchin está encantado de presentar al príncipe Myshkin a Madame Yepanchin y a sus hijas. El general está ansioso por desviar la atención de su esposa del tema de las perlas que el general ha comprado recientemente para Nastassya Filippovna.
Durante el almuerzo, Madame Yepanchin y sus hijas encuentran a Myshkin bastante atractivo y se interesan por él. Después de comer, el príncipe les cuenta que, la primera vez que viajó al extranjero, se sintió muy triste hasta que vio un burro en Suiza. Las muchachas se ríen y el príncipe se une a ellas, sin importarle que se rían de él tanto como se ríen con él.
Myshkin cuenta a las chicas Yepanchin la historia de un hombre condenado a muerte que es indultado justo antes de la ejecución. El príncipe queda profundamente fascinado por los pensamientos del hombre durante los cinco minutos anteriores a su muerte. A continuación, cuenta a las niñas y a su madre una vez que presenció una ejecución pública en Lyon (Francia). Sugiere el rostro de un condenado a muerte como tema para el nuevo cuadro de Adelaida, quien está muy interesada en las bellas artes.
Myshkin también explica a las chicas que nunca ha estado enamorado. Entonces cuenta la historia de Marie, una chica del pueblo suizo donde vivía. Marie fue seducida y luego abandonada por un comerciante ambulante, y después condenada por todos en el pueblo, incluida su propia madre y el pastor. Para consolar a Marie y expresar su compasión por ella, Myshkin le llevó dinero y la besó. Pronto, Marie se hizo amiga de algunos niños del pueblo. Aunque los niños creían que el príncipe la amaba románticamente, en realidad Myshkin sólo sentía una gran lástima por ella. Los aldeanos empezaron a detestar al príncipe porque le acusaron de corromper a los niños. Poco después, Marie murió de tisis. Los niños siguieron cuidando de su tumba. Myshkin confiesa que le encantan los niños y que muchas veces prefiere su compañía a la de los adultos porque no sabe cómo comportarse con estos últimos.
Madame Yepanchin pregunta a Ganya si piensa casarse y este responde que no. Más tarde, Aglaya pide al príncipe que lea la nota que Ganya le ha escrito. Ganya promete cancelar su matrimonio con Nastassya Filippovna si Aglaya dice una sola palabra en contra. Aglaya se indigna por el hecho de ser ella la responsable de tal decisión y le pide a Myshkin que devuelva la nota a Ganya. Myshkin está haciendo de mensajero: con la respuesta de Ganya, este se enfada. Acusa al príncipe de haber contado demasiado a las mujeres lo que había oído aquella mañana. Ganya llama idiota a Myshkin. El príncipe le dice tranquilamente a Ganya que no le gustan los insultos y le sugiere que tomen caminos separados. De repente, Ganya pide perdón al príncipe y le invita a su apartamento.
Nos vamos ahora con la familia Ivolgin, formada por el general Ivolgin, su esposa Nina Alexandrovna, Ganya, la hermana de Ganya, Varya, su hermano Kolya y un ombre llamado Ferdyshchenko. Toda la familia vive en un apartamento pequeño.
El príncipe Myshkin llega al apartamento de Ivolgin como le sugirió el general Yepanchin para alquilar una habitación. La situación económica de los Ivolgin, aunque no tienen mucho espacio, los obliga a aceptarlo como huésped.
El padre de Ganya, el general Ivolgin, se pasa por la habitación de Myshkin y dice que tiene una larga historia con los padres del príncipe, aunque apenas recuerda correctamente sus nombres. El general dice que su casa está en apuros, en parte por las condiciones económicas, pero también por el próximo matrimonio entre Ganya y una mujer caída (Nastassya Filippovna). El general se opone a este matrimonio, por lo cual Ganya y él no se hablan.
El amigo de Ganya, Ptitsyn, les dice a Nina Alexandrovna y a Varya que el matrimonio se decidirá esta noche. Nina Alexandrovna pregunta a Ganya por qué Nastassya Filippovna aceptaría casarse con Ganya si él no la ama, insinuando que su hijo la está engañando. A medida que la discusión familiar continúa, la ira de Ganya crece sin control. Para evitar el conflicto, Myshkin se retira.
Suena el timbre de la puerta. Para sorpresa de todos, Es Nastassya Filippovna, quien toma a Myshkin por un criado (ya le ha pasado dos veces). A Ganya le preocupa que Filippovna vea las condiciones en cómo viven y que luego lo utilice en su contra para humillarlo delante de toda la sociedad, su clase social baja. Filippovna se da cuenta del error que ha tenido con el príncipe.
El general Ivolgin entra en el salón y se presenta a Nastassya Filippovna. Ganya se pone nervioso, ya que se ve amenazado por su padre. A pesar de que la mujer y los hijos del general le piden que se marche, él se niega y sigue contando historias de su pasado, todas ellas mentiras (iremos descubriendo que es un gran mentiroso). Una de las historias que cuenta el general Ivolgin es la de una vez que viajaba en tren con una señora que tenía un perro. Cuando sacó un puro, la señora lo cogió y lo tiró por la ventanilla, momento en el que el general imitó su comportamiento, cogió el perro de la señora y lo tiró también por la ventanilla. Nastassya Filippovna descubre la mentira del general, diciendo que ha leído esta misma historia en el periódico. Ganya está muy avergonzado.
Empiezan a llegar visitas, entre ellos está Rogozhin, algo bebido, y se sorprendre al ver a Nastassya Filippovna y a Myshkin. Rogozhin anuncia que ha venido a negociar con Ganya y le pregunta a Nastassya Filippovna si piensa casarse con Ganya. Ella responde tranquilamente que no. Rogozhin intenta negociar con Ganya por Nastassya Filippovna, poniendo 18.000 rublos sobre la mesa, aunque la oferta finalmente subirá a los 100.000.
Varya (la hermana de Ganya) llama a Nastassya Filippovna «desvergonzada». Nastassya Filippovna, ofendida, Ganya agarra a Varya y le escupe a la cara. Ganya casi golpea a su hermana, pero Myshkin lo detiene y de rebote, Ganya abofetea al príncipe. Todos miran a Ganya con reproche, mientras Rogozhin se dedica a culparlo. De repente, Myshkin se dirige a Nastassya Filippovna y le dice que ella también debería avergonzarse de sus actos, sobre todo porque su comportamiento no refleja quién es en realidad. Nastassya Filippovna se vuelve hacia la madre de Ganya y le susurra que Myshkin tiene razón. Los visitantes se marchan.
El príncipe Myshkin se retira a su habitación con Kolya, que acompaña al príncipe para consolarlo. El joven intenta tranquilizar a Myshkin diciéndole que hizo lo correcto al no responder a la bofetada de Ganya exigiendo un duelo (una práctica común en la época). Kolya expresa entonces su confusión sobre por qué Nastassya Filippovna decidió venir a visitarlos.
Cuando Kolya sale de la habitación, Varya se acerca para dar las gracias al príncipe y preguntarle si conoce a Nastassya Filippovna, ya que al final parecía escucharle pero Myshkin niega conocerla antes de ese día. Ganya entra de repente en la habitación y se disculpa honestamente con el príncipe por haberlo abofeteado. Sin embargo, Ganya se niega a disculparse ante su hermana, aunque Varya dice que le perdona de todos modos y le ruega que no vaya a casa de Nastassya Filippovna esa noche. Varya insiste en que la deshonra no vale los rublos que le ha prometido a Ganya en matrimonio.
A solas con Ganya, Myshkin le pide que le explique por qué se casa con Nastassya Filippovna. El príncipe duda de que Nastassya Filippovna vaya a casarse con Ganya, y también duda de que Ganya vaya a recibir después el dinero prometido aunque decida casarse con él. Ganya, sin embargo, está seguro de que se casará con él; cree que ella está convencida de que está enamorado de él.
Ganya dice también que si Nastassya Filippovna no le obedece cuando se casen, la abandonará y se llevará el dinero. No permitirá que ella lo ponga en ridículo. Ganya pide entonces la opinión de Myshkin sobre el asunto y le pregunta si cree que Ganya es un canalla. El príncipe responde que simplemente es un hombre ordinario con una “mezcla media de virtudes y defecto”. A Ganya no le ha hecho gracia que Myshkin lo describa como ordinario pero cambia finalmente de tema de conversación.
Ganya, sin venir mucho a cuento, pregunta a Myshkin si está enamorado de Nastassya Filippovna. El príncipe responde que no pero Ganya no termina de creérselo.
Kolya (el hermano) entra y le pasa a Myshkin una nota del general Ivolgin, quien necesita dinero. El príncipe decide ir a ver al general y le entrega un billete de veinticinco rublos que le ha prestado recientemente el general Yepanchin. Myshkin le pide que solo hace falta que le devuelva quince. Myshkin vuelve a poner en evidencia su carácter bondadoso e innocente. El príncipe pide entonces al general Ivolgin que le lleve a casa de Nastassya Filippovna. Aunque el general accede, primero se lleva al príncipe hasta la casa de la viuda del capitán Terentyev, que es la amante del general.
El idiota (Penguin Clásicos) Tapa dura
Cuando llegan, Madame Terentyev exige el dinero que el general le ha prometido; él accede, dándole los veinticinco rublos que Myshkin le acaba de dar. En el apartamento de la viuda, el príncipe encuentra a Kolya, que ha estado allí visitando al hijo de la viuda, Hipólito, enfermo de tisis. Kolya acaba de contarle a Hippolite lo sucedido en casa de los Ivolgin; a diferencia de Kolya, Hippolite piensa que Myshkin es un idiota por no haber retado a Ganya a un duelo. El príncipe, perdida la esperanza de que el general Ivolgin le lleve a casa de Nastassya Filippovna, pide a Kolya que sea él quien lo lleve. Kolya se sorprende de que Myshkin quiera acudir a una cena sin invitación y sin vestir (algo imprescindible de la época) pero lo lleva a su casa.
Llega y Nastassya Filippovna, no entiende por qué ha asistido a la fiesta sin invitación. La única razón que se le ocurre es que desea decirle que no se case con Ganya, que claramente sólo quiere casarse con ella por dinero.
El apartamento de Nastassya Filippovna es pequeño pero bien arreglado. Cuando empezó a vivir en San Petersburgo, Totsky intentó seducirla con lujos y, por ello, gastó mucho dinero en la casa. Sin embargo, aunque disfrutaba del lujo, nunca quiso depender exclusivamente de este y se esforzaba por demostrar que no podía dejarse manipular por el dinero que Totsky le proporcionaba.
La misma noche, antes de la llegada del príncipe, ya se han reunido Nastassya Filippovna, Totsky, el general Yepanchin, Ganya, Ptitsyn, Ferdyshchenko (un antiguo maestro), un joven, una mujer de cuarenta años que es actriz y otra joven. Cuando llega Myshkin, Nastassya Filippovna va a saludarle y se disculpa por no haberle invitado a su fiesta aquella mañana y aplaude su iniciativa de venir. Mientras le conduce al salón, él la halaga, aunque Filippovna no recibe bien los comentarios positivos acerca de ella y los rechaza. Muchos insinúan que el príncipe ha venido porque le gusta Nastassya Filippovna.
De repente, Ferdyshchenko propone un juego en el que cada uno debe contar al grupo lo peor que ha hecho en su vida. Aunque a casi ninguno de los invitados le gusta la idea, aceptan jugar para complacer a Nastassya Filippovna, a quien parece gustarle mucho (las mujeres quedan excluidas).
Ferdyshchenko dice que lo peor que ha hecho en su vida fue robar tres rublos en una cena y permitir que los anfitriones sospecharan de la criada, a la que luego despidieron. Ptitsyn se niega a jugar, por lo que le toca el turno al general Yepanchin.Confiesa que una vez que maldijo a una anciana mientras agonizaba. Por supuesto, él recalca que no sabía que ella se estaba muriendo en ese momento, así que su culpa es cuestionable.. Ferdyshchenko comenta que el general ha convertido la historia de su peor acción en un relato bastante halagador de sí mismo.
A continuación, Totsky cuenta que una vez conoció a un joven matrimonio y a otro joven que estaba perdidamente enamorado de la esposa. Era el cumpleaños de la esposa y, como en aquella época estaba de moda la novela de Dumas-fils La Dame Aux Camelias, ella quería un ramo de camelias rojas. Sin embargo, estas flores no se encontraban por ninguna parte. De repente, el joven se acordó de un campo de flores y el joven avisó a Totsky, que llegó antes que el joven, compró las camelias al anciano y se las regaló a la bella mujer. A raíz del incidente, el joven deliró y se marchó a luchar a Crimea, donde murió poco después.
Nastassya Filippovna se vuelve hacia Myshkin y le pregunta si debe casarse con Ganya. Añade que hará lo que él le diga, quien le responde que no. Totsky y el general protestan, pero sin éxito. Nastassya Filippovna devuelve las perlas al general y dice que se marche para siempre. De repente, suena la puerta. Ptitsyn sugiere que debe de ser Rogozhin con los 100.000 rublos que prometió aquella mañana.
Los invitados se miran asombrados con la llegada de Rogozhin. El general Yepanchin intenta marcharse, pero Nastassya Filippovna le convence para que se quede. Trotsky no ha venido solo, sino que acompañado por un boxeador, ex redactor de un periódico, y un subteniente al que los demás llaman mendigo. El panorama es un poco surrealista. Rogozhin pone un sobre sobre la mesa, diciendo que contiene 100.000 rublos.
El idiota (Penguin Clásicos) Tapa dura
Nastassya Filippovna empieza su monólogo. Señala la incredulidad de Ganya y su indignación de haber sido objeto del regateo de Rogozhin. Dice que fue una tonta al pensar que podría entrar en una familia honorable como la de Ganya. Él estaba dispuesto a permitírselo sólo porque haría prácticamente cualquier cosa por dinero. Nastassya Filippovna se dirige entonces a Totsky y le cuenta que ha estado viviendo con ira y rencor hacia él. Comparte cómo abusó de ella cuando era joven. y luego la abandonó. Dice que podría haberse casado con él pero ella misma decidió que no la merecía y que por su culpa ahora ella no era una mujer socialmente aceptada.
Ferdyshchenko dice que el príncipe Myshkin la aceptaría, y éste accede. El príncipe se levanta y le propone matrimonio, llamándola una mujer honesta y diciendo que no merece toda la culpa que ha recibido. A continuación, anuncia que tiene dinero para mantenerla porque acaba de recibir la noticia de una herencia millonaria. Los invitados se quedan asombrados y no entienden nada.
Después de que Ptitsyn corrobore la legitimidad de la carta, todos quedan están conmocionados por la noticia. Myshkin asegura a Filippovna que no debe culparse por lo ocurrido entre ella y Totsky. Sin embargo, exclama que el príncipe merece casarse con una mujer respetable, alguien como Aglaya Yepanchin, y que ella, Nastassya Filippovna, se irá con Rogozhin. Aunque siempre ha soñado con alguien como Myshkin, dice que no debe estar con él.
Antes de marcharse, Nastassya Filippovna decide hacerle pagar a Ganya por todo el sufrimiento que le ha causado y arroja el paquete de 100.000 rublos al fuego y dice que sólo Ganya puede ir a buscarlo si está dispuesto. Ganya se desmaya y Nastassya Filippovna recupera el dinero, diciendo que la vanidad de Ganya es claramente más fuerte que su avaricia. Ganya anuncia entonces que el paquete es suyo y se marcha. El príncipe huye tras ellos.
Totsky y Ptitsyn comentan brevemente lo sucedido. Ptitsyn compara las acciones de Nastassya Filippovna con el harakiri japonés.
Análisis final del Libro I de El idiota
El primer libro de El idiota tiene lugar en una sola jornada y nos describen a la perfección la psicología de los personajes principales, sobre todo los dos capítulos finales contribuyen a revelar la psicología y las motivaciones de Nastassya Filippovna. Se cree indigna de entrar en una familia honorable como la de los Ivolgins. También cree que no merece casarse con alguien tan respetable y bueno como Myshkin, a pesar de que él representa todo lo que ella ha soñado desde que era joven. Filippovna desprecia a Ganya por su disposición a hacer cualquier cosa por dinero. Sin embargo, el sentimiento predominante que expresa es su rabia y rencor hacia Totsky. Aunque él es la causa de todas sus miserias, se culpa a sí misma.
Tal vez el deseo de Nastassya Filippovna de huir con Rogozhin sea su forma de vengar sus miserias contra Totsky y un auto sabotaje inconsciente. Rogozhin representa el mundo de las tinieblas y la suciedad. Además, Rogozhin la ha comprado con 100.000 rublos, un acto de prostitución de la alta sociedad. Ella decide huir con él no sólo porque cree que se merece este tipo de destino, sino también porque arruinarse sería una forma de venganza contra Totsky. Al final de la primera parte, Ptitsyn le cuenta a Totsky una costumbre japonesa comparable a la situación actual: el harakiri. Simbólicamente, Nastassya Filippovna comete tal acto de hara-kiri delante de Totsky, huyendo con Rogozhin y, por tanto, arruinando su propia vida. Quiere demostrar a Totsky cuánta miseria le ha causado y que la ha llevado a la autodestrucción.
Al proponerle matrimonio a Nastassya Filippovna, Myshkin intenta salvarla del mundo de destrucción que representa Rogozhin. A diferencia de Rogozhin, el príncipe le ofrece la bondad y el amor que prometen la redención de sus pecados. Myshkin es incapaz de convencer a Nastassya Filippovna de que deje de culparse y ella se niega a aceptar este amor. Decide seguir con su plan y marcharse con Rogozhin. Sin embargo, antes de hacerlo, somete a Ganya a una prueba psicológica. Para poner a prueba los límites de su ambición y su sed de dinero, le arroja los 100.000 rublos a la chimenea. Al final, Ganya demuestra que es más vanidoso que avaricioso.
- Resumen y análisis del Libro II (segunda parte) de El idiota.
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