Hace un par de semanas vi recomendada por Twitter la película The Half of it (2020), dirigida por Alice Wu. Se estrenó en Netflix hace muy poco y me ha sorprendido lo desapercibida que ha pasado: no he visto nada de promoción ni un destacado en primera línea. Y no es muy justo, la verdad, así que hoy os traigo la crítica de The half of it para darle el protagonismo que se merece (como si eso fuera la revista Fotogramas o algo). En español se llama Conquista a medias y Si supieras: todavía no me han quedado muy claros estos títulos pero me parecen unas traducciones muy poco acertadas.
Sinopsis
Típica ciudad interior de Estados Unidos. Época de instituto. Nuestra protagonista, Ellie (Leah Lewis), es una adolescente introvertida e inteligente, que se gana un sueldo simbólico haciendo redacciones para los de su clase. Vive con su padre, un hombre a quien le prometieron un futuro prometedor si se mudaba en esta pequeña ciudad; un futuro que luego se vio cortado por su falta de habla inglesa. Ellie se enfrontará a varios dilemas como su futuro en Squahamish y sus relaciones afectivas.
Todo empieza cuando un chaval de su instituto, que cumple con todos los tópicos de “superficial-tonto-guapo”, pide a Ellie que le escriba cartas de amor para Aster, la chica guapa del instituto pero algo más profunda y sensible de lo que muchos imaginan. Y sin querer, se crea un bonito triángulo amoroso cuya intención no tiene nada que ver con el morbo y el salseo.
Crítica The half of it
Hay películas que brillan por su sencillez y su delicadeza. The Half of it es una producción tierna, sensible y magnífica. Me gusta porque Alice Wu ha decidido reunir todos los tópicos de película americana pero en vez de crear la historia a partir de estos, de darles protagonismo, los usa sencillamente para que contrasten con las tramas de nuestros tres protagonistas: Ellie, Aster y Paul. De ese modo, en un entorno superficial y con un destino casi escrito para cada uno de ellos, se hace más visible la evolución y profundidad de nuestro trío favorito.
Alice Wu, por otro lado, parece que intenta ridiculizar estos tópicos andantes y estas escenas concretas en las que los estereotipos de instituto y los habitantes conservadores de Squahamish toman el protagonismo, las exagera y fuerza para que rompan con la naturalidad y sensibilidad de la otra trama. Un toque cómico y películero, sin duda.
Pero vamos a hablar del amor. The Half of it comparte con los espectadores la cara más natural y pura del amor, y por este único motivo, hacen que sea una película especial. Se habla de las conexiones entre las personas, aquellas que salen de las conversaciones más inocentes y de las amistades que surgen con naturalidad. No se trata de un amor de atracción física, de pasión y sexo: es algo todavía más íntimo. Se trata de la forma de amistad más pura.
Por esto, cuando accidentalmente, o mejor dicho, naturalmente, se crea un triángulo amoroso, no hay celos, ni posesión, ni enfados por el medio. No es una batalla a ver quién gana el amor del otro: hay confusión e impulsividad en un primer momento pero luego hay espacio para una alta dosis de respeto, empatía, afecto y sensibilidad que solo puede surgir de las amistades más verdaderas, las más sanas.
The half of it diría que es una de las películas LGBTI más interesantes que se han hecho últimamente, porque cubre el amor hacia quien sea desde una perspectiva mucho más sensible e inocente. Tampoco ignora la confusión y vergüenza que se respira, sobre todo desde los pulmones de Ellie, la protagonista que se enfrenta por primera vez a sus emociones más afectivas. Un enfoque, sin duda, realista y tratado con mucha ternura.
Alice Wu ha hecho un trabajo genial con los tres protagonistas, aunque indudablemente Ellie es quien se lleva la medalla de oro. Su evolución a lo largo de la película es gradual, natural y creíble. Ha descubierto el amor verdadero por primera vez en forma de amistad y este afecto le ayuda a tomar decisiones más importantes. Qué fácil y qué tierno es.
Es que me parece todo tan realista, que esto es lo que me gusta. Paul, por ejemplo, nos los presentan al principio como un chaval con pocas luces y muy básico. Veremos una evolución al largo de la película pero de repente, no se transformará en el tío más profundo y sensible del mundo. Paul seguirá siendo un chico básico, campechano y muy del montón, pero habrá descubierto una nueva y bonita amistad que lo hará más feliz. Y ya está, todo en esta película es sencillo y natural.
En definitiva para terminar esta crítica de The half of it: una película sencilla y realmente bonita, que brilla por su naturalidad y su discurso del amor. Y ahora más que nunca, en tiempos de confinamiento, el valor de la amistad se hace evidente y necesario para vivir. No niego que sea un estilo teenager pero al fin y al cabo, el mensaje es universal.
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