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Cómo NO presentar tu manuscrito a una editorial.

Las editoriales y agencias literarias reciben decenas de manuscritos a diario, a pesar de que muchas ya indican que no están abiertas a la recepción de manuscritos o tienen una época concreta para recibir nuevas propuestas. Hoy presentamos el decálogo de cómo no presentar un manuscrito a una editorial o agencia literaria.

Aunque suene a cliché, no lo es para nada: la presentación es de primordial importancia. Es igual o incluso más importante que el propio manuscrito. Tenéis que pensar que las editoriales reciben centenares de correos y que el primer filtro seguramente lo harán a través de la presentación que acompaña el manuscrito.

En este post, os traemos el decálogo de cómo no presentar un manuscrito a una editorial o agencia literaria. Si seguís estas pautas (tan sencillas) no aseguramos para nada que vayan a leer vuestro manuscrito, pero sin duda leerán vuestro correo y causaréis una buena impresión.

Persona escribiendo en un macbook.
Cómo NO presentar tu manuscrito a una editorial.

1.No mirar la web de la editorial o agencia literaria antes de mandar el correo electrónico.

Antes de mandar tu manuscrito, asegúrate de que la editorial o la agencia literaria están abiertas a recibirlos. Aunque creas que tu novela es la mejor, no conseguirás nada enviando tu manuscrito si no están buscando nuevos autores. Infórmate de los meses que abren convocatorias y en el caso de que acepten manuscritos, asegúrate de que mandas la información que te piden. Quizás de entrada no necesitan que mandes el manuscrito sino una sinopsis de tu obra y el CV, por ejemplo. 

Si te saltas este paso, no habrás demostrado ser un lector muy atento. Y esto en el mundo editorial no causa buena impresión.

2. Afirmar que tu obra es muy especial y única.

Esta es una norma muy importante de cómo no presentar un manuscrito. En el email de presentación, céntrate en contar el tema de tu novela y olvídate de elogiar tu mismo la historia. Si tu novela es especial y distinta a lo que hay en el mercado (y hay demanda), lo más probable es que contacten contigo. Pero en esta primera toma de contacto no tiene sentido que te dediques a magnificar tu propia novela. Esto ya lo decidirá la propia editorial o agencia literaria.

3. Comparar tu estilo literario con el de escritores clásicos.

Cuidado con las comparaciones. No está nada mal si, por ejemplo, tienes una distopía para jóvenes y menciones que puede recordar a Los Juegos del Hambre por algunos aspectos concretos. Estas referencias literarias, de hecho, ayudan bastante, siempre y cuando sean acertadas.

Lo que recomendaría evitar es comparaciones mucho más arriesgadas, como comparar tu estilo literario al de escritores de talla como Proust, Kafka, Tolstoi u otros autores clásicos universales. No suele ayudar.

4. Pedir que tu novela se adapte a Netflix.

Hay correos que ni tan solo piden la publicación del libro con una editorial sino que directamente solicitan su adaptación cinematográfica con Netflix o HBO (literalmente). Aunque os sorprenda, este tipo de solicitudes son cada vez más comunes y es el ejemplo perfecto de cómo no presentar un manuscrito. Este tipo de propuestas demuestran que no se tiene conocimiento acerca del sector editorial, ya que las adaptaciones cinematográficas implican procesos muy largos y complicados. Si vuestro objetivo principal es este, tendréis que contactar directamente con una productora.

5. Hacer faltas de ortografía.

Esta norma tendría que darse por hecha pero resulta que mucha gente no lo tiene tan claro. Cuando mandas un manuscrito a la editorial o a la agencia literaria, tu carta de presentación no puede tener faltas ortográficas y tiene que estar escrita con un estilo formal. Dedica unos minutos a repasar tu email antes de mandarlo porque lo último que quieres es que un editor no se lea tu manuscrito por culpa del email de presentación.

6. No incluir nada de información sobre ti.

Cuando mandes tu propuesta, no olvides adjuntar un CV o un breve párrafo sobre ti. La editorial querrá saber más acerca del autor si el proyecto le interesa y de esta manera, les facilitas el trabajo (siempre que no se indique lo contrario).

Por supuesto, selecciona la información que puede resultarles más interesante e ignora aquellos detalles que no tienen que ver con tu carrera de escritor. Por ejemplo, si has publicado anteriormente, incluye los títulos de estas novelas y un registro de ventas y reseñas. O bien, incluir tus redes sociales también es un plus para que tengan un fácil acceso a conocerte un poco mejor.

7. No incluir un resumen de la trama de tu historia.

Antes de leer tu manuscrito de 400 páginas, el editor o agente literario querrá leer primero un resumen de la historia. Esto es imprescindible para saber si es de su interés o no. Aunque pueda resultar un poco brusco esta filtro, que te publiquen a veces no depende solo de que tengas una buena novela sino de los intereses del sector editorial: ¿qué género en concreto están buscando? ¿Qué tipo de historias encajan mejor con su editorial? ¿Qué se está vendiendo más?

Trabaja bien en el resumen de tu novela: detalla el tema, la trama principal, los personajes, etc. Piensa que los editores siempre tienen mucho trabajo y con este resumen les facilitarás muchísimo el trabajo. Esta tiene que ser la parte más importante de tu correo.

Cómo no presentar un manuscrito a una editorial.

8. Mandar tu manuscrito a todas las editoriales.

Esto es un error muy común y otro claro ejemplo de cómo no presentar un manuscrito. Es cierto que la desesperación lleva a esto: como muchas editoriales no aceptan manuscritos, creemos que las pocas que están abiertas a recibirlos tienen que tener nuestro manuscrito sí o sí. Pero necesitas hacer un “estudio de mercado” primero de todo: hay editoriales para cada género y público. Así que si tienes un libro de fantasía, tendrás que limitarte a enviar tu propuesta a aquellas editoriales que incluya fantasía en su catálogo. O si escribes para niños, tendrás que investigar qué editoriales publican libros infantiles.

Aunque en el momento tendrás la sensación de tener más oportunidades por haber mandado el manuscrito en todas partes, la realidad es que si has hecho un envio general te servirá de bien poco.

9. Pedir que promocionen tu obra.

Aunque no tiente tanto que ver con el cómo no presentar un manuscrito, es interesante mencionar este punto. Esto pasa sobre todo en las agencias literarias porque mucha gente no entiende cuál es la función de estas.

Un agente literario hace de mediador entre la editorial y el lector: consigue la mejor editorial para que se publique la obra del autor, del mismo modo que lleva el proceso de negociación para obtener las mejores condiciones para el escritor. Los agentes literarios también están en contacto con editoriales extranjeras y coagentes para intentar vender derechos de autor fuera (conseguir traducciones) y viceversa (que obras extranjeras se traduzcan al castellano o catalán).

Por lo tanto, está fuera de lugar cuando escribes a una agencia literaria para pedir que te ayuden a promocionar tu novela. No es la función principal de una agencia literaria: para ello tendrías que recurrir a una empresa de comunicación de toda la vida. En el caso de autores representados, sí que pueden llevarse a cabo promociones de sus propios libros, pero no suele ofrecerse como un servicio externo en la mayoría de agencias literarias (como siempre, antes consulta la web).

10. Volver a insistir con el manuscrito.

Y por último, también un clásico. Si has tenido la suerte de que la editorial o la agencia literaria quiera valorar tu manuscrito, tendrás que cultivar la paciencia. Es probable que obtengas una respuesta a largo plazo debido a la cantidad de manuscritos que tienen que valorarse: pueden ser dos meses, seis meses o incluso un año. 

Si han contactado contigo es porque hay un interés, pero también hay mucho trabajo detrás, así que confía en ellos y no insistas demasiado.

Del mismo modo que si nunca has obtenido una respuesta, no es necesario mandar el manuscrito por tercera vez en dos semanas. Seguramente tu email sigue en la cola para valorar el proyecto o bien, no hay un interés. Siempre puedes intentar cambiar la presentación y hacerla más atractiva pero asegúrate de dejar un margen de tiempo.

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