Escribir un microrrelato puede parecer fácil pero no lo es: en pocas palabras, tienes que contar una historia. Su desarrollo, la originalidad o la precisión de las palabras son algunos de los aspectos a tener en cuenta. En este post, comparto algunos consejos sobre cómo escribir un buen microrrelato.
Durante más de tres años, he formado parte del jurado para unos concursos de microrrelatos que se organizaban mensualmente, donde el máximo de palabras que podías escribir eran 250. No soy escritora, ni aficionada ni experta, pero creo que mi perspectiva como lectora y jurado puede aportar cierto conocimiento para aquellos que os guste escribir microrrelatos. Así que allá vamos: ¿cómo escribir un microrrelato?
Un microrrelato no es una reflexión sobre la vida, es una historia.
Este es el error más común que nos encontrábamos a la hora de valorar las historias: confundir el microrrelato con un espacio breve de reflexión sobre la vida. De nada sirve que dediques las 250 palabras a hablar de tus sentimientos, a expresar tus emociones o a manifestar tu opinión sobre un cierto tema, porque el objetivo del microrrelato es contar una historia. No podemos confundir un microrrelato con un diario personal.
Un microrrelato no es el resumen de una historia.
Otro de los grandes errores es pensar que el microrrelato es el resumen de una historia entera, con su desarrollo, nudo y desenlace. Escoge la parte más importante de la historia que quieres contar y focalízate en esta. Olvídate de introducciones, de detallar a los personajes, de pensamientos o diálogos innecesarios, y ve directo a la acción (a no ser que sea descripción sea imprescindible).
Mi recomendación es que nunca olvides el desenlace, probablemente la parte más interesante del microrrelato.
Precisión de las palabras.
Tienes que elegir cada una de las palabras del microrrelato con mucha precisión, y este es probablemente uno de los ejercicios más complicados. No puedes perder “espacio” con palabras que no aporten nada a tu microrrelato, y a la vez tienes que cuestionarte si has elegido las más apropiadas para la comprensión de tu microrrelato.
Te recomiendo que mantengas tu estilo breve y directo, sin muchas complicaciones literarias de ningún tipo (figuras retóricas, monólogos interiores, etc).
La sorpresa.
El factor sorpresa era uno de los aspectos que teníamos más en cuenta a la hora de valorar microrrelatos. Como bien mencionaba antes, te recomiendo que pongas mucha atención en el desenlace de tu historia: el final tiene que sorprender al espectador, sino ¿de qué sirve contar una historia en 250 palabras? El desenlace es la única opción viable para aportar este factor sorpresa y darle originalidad a tu historia, otro de los aspectos más importantes a la hora de escribir microrrelatos.
Me gustaría terminar este blog con un ejemplo de microrrelato. Esta breve historia fue la ganadora de una de las rondas de concursos de microrrelatos por las cuales colaboraba como jurado. Como verás, cumple muy bien los cuatro puntos que he expuesto sobre cómo escribir un buen microrrelato:
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