Crítica de STAR WARS: The Rise of Skywalker dirigida por J.J. Abrams: un final poco épico para tantos años de historia.
Por dónde empezar. Como en todas las películas épicas, hay dos opiniones muy divididas: love it or hate it. Quizás una buena manera de comenzar es diciendo que la película tiene una larga lista de aspectos que se podrían haber mejorado, que no es lo que esperábamos de J.J. Abrams después de aquel magnífico despegar con The Force Awakens. En mi opinión, hay tres puntos que hacen que The Rise of Skywalker no sea la película que nos merecíamos: el guión, un final poco épico y las invenciones del director. Y si no la recordaré como una película mala será gracias a los efectos visuales y especiales que, sin duda, se han explotado al máximo generando un espectáculo visual de diez.
Un guión terrible
Sin duda, el principal problema de esta película ha sido el guión (J.J. Abrams y Chris Terrio). No hay nada salvable de este guión poco trabajado y forzado: no refleja la química entre los personajes o la epicidad del final de Star Wars. Me resulta increíble que esto fuera lo mejor que lo podían haber hecho.
Cuando una trama no convence, al menos tienes que cuidar aspectos asequibles como el guión que no te suponen más dinero y así intentar compensar, como se pueda, la historia con diálogos inteligentes y trabajados. Sin embargo, en The Rise of Skywalker se nos muestra todo lo contrario: un show visualmente perfecto que se lleva la mitad del protagonismo de la película mientras que el guión queda desafortunadamente en segundo plano, y en este aspecto, da la impresión de una película amateur, algo imperdonable en Star Wars.
Un final poco épico
Aquí también hay varios problemas. Si bien es cierto que J.J. Abrams llevaba consigo la enorme responsabilidad de “arreglar” el lío que Rian Johnson montó con The Last Jedi, no creo que lo haya desempeñado de la mejor manera. En The Rise of Skywalker, el director se inventa nuevas tramas en vez de centrarse, en mi opinión, en ofrecer el final más épico de la saga.
¿Una flota escondida y nadie se ha dado cuenta hasta ahora? ¿El Emperador is back? Varias cosas sacadas de la manga… que tampoco han llevado a ningún lado. Porque el desenlace, al fin y al cabo, no ha sido nada sorprendente. A pesar de haberse inspirado en finales épicos a lo Desembarco de Normandía o la escena de los portales de End Game, no ha convencido.
Ha faltado sorpresa y algún giro de guión bien empleado (no solo el origen de Rei). Un desenlace demasiado básico para una saga tan histórica, un final muy predecible que no es consecuencia a sus anteriores películas. Esperábamos bastante más.
Ahora ya me voy por las ramas pero en mi opinión, un final digno y total mindblown de la película hubiera sido como Rey se pasa al lado oscuro (se repite la historia; es inevitable) y Kyle Ren, a su vez, se rinde a la Fuerza y vuelve a casa a los brazos de Leia. Esto hubiera sido épico y lo sabéis.
El cambio de Rei
Este desenlace que esperaba para Rei está justificado; no es que le desee el mal. El tema es que en esta película se ha mostrado un cambio de actitud de nuestra protagonista: en las dos primeras entregas todos la hemos amado, idealizado. En esta película, sin embargo, su afán de luchar contra el enemigo individualmente y sin apoyarse en el grupo, le dan un aire de soberbia que no le conviene. Finn y Poe se pasan casi toda la película yendo detrás suyo, afrontando las consecuencias de sus actos. ¿Podemos recordar que por su culpa, casi muere Chewaccca? No se lo hubiéramos perdonado nunca…
Esta Rei muchas veces nos hace dudar: quizás la única intención de J.J. Abrams era mostrar la conexión, la química que los ciega, entre Kylo y Rei, dejando todo lo demás en segundo plano. Pero hay otra lectura: una que la posiciona más, poco a poco, al lado oscuro… Su falta de empatía y de trabajo en equipo hubieran justificado este paso inevitable que, al fin y al cabo, no deja de ser una metáfora de la vida , sobre la ambición de las personas que siempre queremos más cuando lo tenemos todo.
Conclusión
Para terminar esta crítica de Star Wars: The Rise of Skywalker, solo quiero puntualizar que tampoco he odiado la película pero no me ha convencido para nada.
Hay también momentos fabulosos y aspectos que se han sabido mejorar: el trato de Finn (que en la película anterior fue ridículo), una muerte digna de nuestra Reina Leia o la aparición sorpresa de Han Solo (siempre nos hace feliz ver a Han Solo), por ejemplo. Y por supuesto, como ya he mencionado, el espectáculo visual es brutal y se merece un reconocimiento, así como la impecable interpretación de Adam Driver que es lo mejor de la película.
En mi opinión, un intento fallido de final épico que no cumple con las expectativas de los fans. No es un cierre digno después de tantos años de historia y que se aleja de los clásicos plot twists que caracterizaron las antiguas películas. Tramas desarrolladas demasiado superficialmente y un guión que no ha ayudado a que The Rise of Skywalker sea una película para recordar…
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