Spoiler alert: para hablar de la quinta temporada, tengo que exponer hechos de las cuatro primeras. Si no las has visto y no quieres spoiler: ¡huye, insensato!
La verdad es que tenía mucha curiosidad por ver cómo en esta quinta temporada de Vikingos se mantenían vivo el interés tras la muerte de Ragnar, ya que el personaje que encarnaba Travis Fimmel era insustituible por su carisma y por ser el eje principal de la serie. Como no podía ser de otra forma, su pérdida se deja sentir, y en mi opinión, el nivel de esta temporada baja, a pesar del paso adelante que han dado otros personajes (por elevar el nivel de su interpretación y por el peso en la trama). En algunos puntos se hace lenta, densa y centrada en historias que, aparentemente, no conducen a nada, aunque habrá que ver cómo se resuelven en la sexta temporada, que ya está confirmada que será la última.
Después del final de la quinta temporada, donde vengan la muerte de Ragnar, esta sexta temporada se centra en dos tramas: las tensas relaciones -por ser suaves- entre los hijos de Ragnar y con Lagertha, y las andanzas de Floki y los que le acompañaron en el viaje a Islandia. Y con esta breve sinopsis, ya empiezo con la crítica de la quinta temporada de Vikingos.
La línea de los hijos de Ragnar es interesante, aunque se hace lenta a veces. Gira en torno a tres personajes principales: Lagertha (Katheryn Winnick), que mantiene todo su esplendor como personaje con una interpretación que sigue siendo sobria -en esta serie las mujeres no envejecen, al contrario que los hombres-; Bjorn, en una interpretación a cargo de Alexander Ludwig que sube muchos enteros con respecto a temporadas anteriores, y que además gana peso en la trama, consiguiendo transmitir una madurez a su personaje que hace creíble muchas de las decisiones que toma en nombre de los demás; e Ivar, papel a cargo de Alex Hogh Andersen, que merece capítulo aparte, porque Hogh Andersen hace un gran papel, pero su trama me parece pasada de tuerca, llevando los indicios de delirios que se ven en temporadas anteriores un poco más allá de lo necesario, retrasando sin motivo la serie.
Hay que hacer además mención especial al personaje del Obispo Heahmund, secundario que cobra a lo largo de la temporada una gran importancia, en gran parte porque Jonathan Rhys-Meyer alcanza un nivel espectacular en el trabajo que realiza en la actuación.
Por otro lado, la trama de Floki, que desde luego me parece el personaje mejor construido de la serie aparte de Ragnar, no tiene mucho más interés que el hecho que tiene una parte de veracidad (está documentado que fue el primer vikingo en llegar a Islandia, según parece). Es una trama lenta e irrelevante con el resto de la serie, a no ser que la resolución de la sexta temporada lo arregle, pues lo místico y sobrenatural está un poco pasado de rosca.
Por el desarrollo de ambas tramas, casi podríamos considerar que son dos temporadas separadas, pues la primera mitad tiene su “conclusión” con su correspondiente cliffhanger, al igual, lógicamente, que los tiene el final. Como ya hemos dicho, en algún momento se hace lento y pesado, incluso repetitivo, pero tanto los capítulos 9-10 como los capítulos finales tienen momentos estelares con, por supuesto, batallas extraordinarias rodadas con un alto nivel técnico, y esto hace que en gran parte se te olviden los momentos aburridos que hayas podido tener -ya sabemos como un final puede “arreglar” o “estropear” una serie o un libro-. Además, la línea argumental principal mantiene una coherencia y lógica que es muy de agradecer, más allá del histrionismo de Ivar.
En resumen, Vikingos baja un poco el nivel de la serie en esta temporada, pero que sigue siendo entretenida de ver, y que te deja con ganas de ver cómo se resuelve, teniendo en cuenta que hay más documentación escrita sobre los personajes protagonistas -de Ragnar hay mucha tradición oral, pero poca escrita-, con lo que en teoría no habrá mucho margen a la invención, si quieren ser fieles a la realidad histórica. Además, me ha dejado la sensación de que es un acierto terminar la serie en la próxima temporada, pues la pérdida de Ragnar es un peso demasiado excesivo.