Desde hace un par de años, tengo la sensación de que se ha acabado la creatividad en la industria del cine, como si se tratara de un recurso limitado. Me atrevo a decir que casi un cuarto de las producciones que se han ido lanzando estos últimos años son reboots y remakes: se empezó con la excusa de hacer las películas live-action de Disney, de aquellos clásicos que marcaron una época en tantas generaciones y aprovechar para levantar una ola de nostalgia, y ha ido evolucionando con el objetivo de “actualizar” aquellas cintas que, a parecer, han ido envejeciendo y darles un nuevo aire. Un objetivo, en mi opinión, inútil e innecesario.
Pero hay otro tipo de remake, todavía más estúpido: el de hacer exactamente la misma película o serie, una copia calcada, para simplemente decir que tu país ha hecho esto. Siento generalizar pero, claramente, estoy hablando de Estados Unidos: la gran potencia de la industria cinematográfica que busca ponerse medallas de todas aquellas producciones que triunfan.
A veces sale bien, muy bien, como con The Office, pero a veces sale el tiro por la culata, como es el caso que os traigo hoy: aquí comparto la crítica de Utopia (2020) en esta versión americana, tan solo seis años después de que saliera la original producida en Gran Bretaña. Esta crítica contiene spoilers, aunque si habéis visto Utopia UK y estáis leyendo esto para saber si vale la pena ver la nueva versión, puedes continuar: no voy a decir nada que ya no sepas.
Para los que tienen poca memoria, una breve sinopsis: en un foro de internet frecuentado por los amantes de los cómics, cinco usuarios se ponen de acuerdo para conocerse aprovechando un evento tipo Comic Con. El objetivo es hacerse con el manuscrito original de una novela gráfica de culto: The Utopia Experiments. Pero ellos no son los únicos interesados en el manuscrito y muy pronto el grupo empieza a ser perseguido por una oscura organización.
Cuando salió Utopia en el 2012 me dejó realmente impactada: el futuro que planteaba para la humanidad era realmente aterrador y, lo peor de todo, muy realista y próximo. La distopía que funciona mejor ahora es presentar un futuro no tan lejano ni ficticio a Los Juegos del Hambre, sino un futuro que sufra las consecuencias de problemas que ya existen, como el cambio climático, las crisis políticas o, en el caso de Utopia, la sobrepoblación. Aprovecho para comentar que otra serie muy notable de estilo parecido (en cuanto a distopía) es Years&Years (aquí os dejo la crítica).
El caso es que Utopia USA (así la he bautizado para diferenciarla) ha llegado en el momento perfecto con la intención, más que buscada, de crear un “mayor impacto” en el espectador a través de la empatía: en tiempos del coronavirus, qué mejor que una serie sobre un virus desconocido y teorías conspiranoicas que levanten preguntas del tipo ¿el virus fue creado? ¿Es la vacuna un método para controlarlos a todos? ¿Quién está detrás de todo esto?
De hecho, Utopia USA ha manipulado algunos detalles en comparación a la serie de Dennis Kelly y ha puesto con calzador ciertos elementos en la historia como los murciélagos para buscar todavía más esta similitud. No creo que sea necesario, ya que la trama de Utopia ya es más que válida por sí misma y no hacía falta hincharla con accesorios para crear un forzado «Oh! Es exactamente lo mismo que está pasando ahora!
Ahora que ya hemos entrado en contexto, voy a plantear esta crítica de Utopia USA un tanto diferente a como lo hago habitualmente. Y es que aunque las comparaciones son odiosas, Estados Unidos se lo ha buscado: si decides hacer exactamente la misma cinta, con cuatro cambios tontos, es inevitable que la gente construya su opinión alrededor de la serie original, que además fue un referente.
Podemos empezar por uno de mis aspectos favoritos, el casting. Utopia original nos presentó un reparto de autores poco conocidos pero que, aun así, estuvieron a la altura de la historia: Jessica Hyde (Fiona O’Shaughnessy) y Arby (Neil Maskell) sin duda eran los mejores personajes de la serie y cada uno de ellos supo darle mucha autenticidad. En cambio, en Utopia USA los dos protagonistas son lo peor. El casting es terrible y las interpretaciones no me convencen para nada.
El resto del reparto también deja muchísimo que desear, a excepción de nuestro querido Rainn Wilson (The Office), quien hace del creador de la vacuna, y del doctor John Cusack. Son las dos únicas interpretaciones que perdono (bueno, va, también Wilson Wilson). Tampoco el guión es brillante, cosa que no ayuda a que los personajes puedan lucirse.
Otro aspecto muy importante también es el de la fotografía. Utopia generó mucho impacto con esta fotografía personal tan fría de tonos amarillos. Encajaba a la perfección con el tono de la historia, mientras que en Utopia USA es algo totalmente secundario y no complementa. Aprovecho este punto para decir que pasa lo mismo con la banda sonora, que tampoco he visto que esté bien integrada
Por último, se nota que hay un intento de ser menos violento para evitar controversia, ahora que el país está más sensible que nunca con el tema de las armas. El tono violento está presente a lo largo de los episodios pero en comparación a la serie original, sí que ha optado por ser algo más suave.
De hecho, en esta entrega la trama toma un giro más romántico y busca profundizar más en la relación Becky-Ian pero creo que es bastante prescindible y nos distrae del objetivo principal. De nuevo, me quedo con el estilo más cruel de la serie original: no por “morbo” sino porque considero que encaja mucho mejor con la misión de la historia.
Podría seguir comparando y comparando pero creo que queda clara la idea general: Utopia original no tiene nada que envidiar a la nueva producción americana, que para mi ha hecho el ridículo. La historia de Utopia ya estaba bien como estaba y no hacía falta hacer una nueva versión que nos contara exactamente lo mismo, solo con algunos cambios banales y una producción mucho más aburrida y ordinaria.
Lo peor de todo es que hay intención de hacer una segunda temporada (eso he entendido, porque queda mucho por resolver). Aunque en su día el fandom nos quejamos de que Utopia no renovara temporada, ahora lo agradezco y creo que tuvo el final que tenía que tener: la idea de futuro que nos querían presentar quedó clara y nos dio suficiente material para reflexionar en nuestras casas y crear nuestras propias teorías. Ahora, se trata de darlo todo masticado al espectador y delirar con el guión hasta llegar a los límites de Lost.
Espero que esta crítica de Utopia (2020) no os haya resultado demasiada dura. Es cierto que escribo un poco desde la indignación, ya que sigo sin verle sentido a esta producción: se nota que ha sido hecha para vender a base de clickbait y que no se ha puesto mucho cariño en su creación. La segunda temporada queda baneada para mi.
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