Toca viajar un poco en el tiempo y transportarnos a la China del siglo XIX para contextualizar esta reseña de El abanico de seda de Lisa See. A pesar de haber nacido en París y su nacionalidad americana, los orígenes de Lisa See siempre han estado muy arraigados a China: es la bisnieta del patriarca de China Town de Los Ángeles (Fong See) y hay toda una historia detrás por la que la autora siempre ha sentido mucha curiosidad.
Todos podríamos resumir por encima las costumbres de la China más tradicional: la obsesión por los pies pequeños (loto dorado) en el género femenino o el desprecio hacia el nacimiento de una niña y el orgullo de tener un niño eran algunos de los hábitos típicos que se han ido arrastrando desde el siglo X. Lisa See, conocida por su narrativa sobre las costumbres chinas, pone su foco en el siglo XIX y se encarga de desarrollarlas mucho más a través de la historia de dos niñas de familias distintas: Lirio Blanco y Flor de Nieve.
Sinopsis
En una remota provincia de China, las mujeres crearon hace siglos un lenguaje secreto para comunicarse libremente entre sí: el nu shu. Aisladas en sus casas y sometidas a la férrea autoridad masculina, el nu shu constituía su única vía de escape. Mediante sus mensajes, escritos o bordados en telas, abanicos y otros objetos, daban testimonio de un mundo tan sofisticado como implacable.
La pequeña Lirio Blanco es hermanada con Flor de Nieve, de muy diferente ascendencia social. En una ceremonia ancestral, ambas se convierten en laotong «mi otro yo» o «alma gemela», un vínculo que perdurará toda la vida. Así pues, a lo largo de los años, Lirio Blanco y Flor de Nieve se comunicarán gracias a ese lenguaje secreto, compartiendo sus más íntimos pensamientos y emociones, y consolándose de las penalidades del matrimonio y la maternidad. El nu shu las mantendrá unidas, hasta que un error de interpretación amenazará con truncar su profunda amistad.
Un repaso de las costumbres chinas
Si hay algo a valorar de esta obra es el gran ejercicio de documentación que ha hecho la autora para poder escribir una historia coherente y verosímil. La inquietud de Lisa See por sus orígenes la llevó unos meses a vivir a Huan, provincia donde nació el nu shu y allí aprenderlo todo sobre este lenguaje.
Como bien mencionábamos al principio, El abanico de seda toma como protagonistas a estas dos niñas para conocer con más detalle las costumbres chinas del siglo diecinueve. Después de haber escuchado tantas veces sobre la tortura de los pies vendados, Lisa See profundiza en la importancia de esta tradición macabra. Para Lirio Blanco, que ha vivido hasta el momento en la pobreza, conseguir unos pies diminutos marcará su destino de forma positiva y podrá unirse en matrimonio con una familia rica. Por otra parte, la autora tampoco ignora la parte más oscura de esta costumbre y los peligros que puede conllevar deformar los pies.
El sexo de los hijos también marca esta historia donde nacer niño o niña define completamente la vida de una persona. En las páginas de Lisa See se refleja el desprecio de una familia hacia las hijas, que solo significan una boca más que alimentar hasta que consigan contraer matrimonio y dar a luz a hijos, su única función, y las ventajas que suponía nacer niño. De esta brecha nació el lenguaje nu shu, la arma secreta con la que las mujeres podían sentirse un poco más libres, en el marco de su vida totalmente sumisa al género masculino.
El vínculo laotong
Otro aspecto costumbrista y no tan popularmente conocido que Lisa See nos descubre en esta historia de amistad es un vínculo incluso más importante que el propio matrimonio, el laotong. Occidentalmente, podríamos significaría algo así como almas gemelas pero en la China tradicional este vínculo tenía un valor oficial entre dos niñas que tenían algo en común, como por ejemplo, el día de nacimiento. En el caso de Flor de Nieve y Lirio Blanco, comparten muchas más cosas en común que el simple aniversario, así que es muy evidente su conexión.
Es, de hecho, aquí donde reside la magia de la historia de Lisa See: a través de la escritura nu shu, Flor de Nieve y Lirio Blanco se mantendrán en contacto durante todos sus años de amistad, una amistad mucho más poderosa y natural que sus propios matrimonios o sus relaciones familiares. Sin embargo, un error de escritura desembocará un desenlace no deseado para las dos amigas.
Quizás a Lisa See le ha faltado explorar la escritura nu shu, que se lleva el protagonismo del título del libro. Es una costumbre demasiado interesante como para no darle importancia, pero al fin y al cabo su trascendencia en la historia es evidente.
Conclusión
Para terminar esta reseña de El abanico de seda, solo queda decir volver a destacar el magnífico ejercicio de documentación que hay detrás. Narrado con una prosa fácil al alcance de todos, que le da a la obra un carácter más comercial, Lisa See no se permite tratar las costumbres chinas superficialmente: es una clase de historia muy bien lograda, que nos descubre una época trágica y dura sobre todo para las mujeres chinas.
A la vez que descubrimos sus tradiciones, el contexto económico y político tampoco favorece al desarrollo del país. Una triste historia a través de los ojos de Lirio Blanco, que no tiene intención de omitir ningún tipo de detalle.
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